
Todos intentamos ser buenos padres y criar niños felices, sanos y fuertes, y darles todo lo que necesiten para convertirse en adultos de éxito. Pero para poder lograrlo no debemos subestimar nunca a nuestros hijos ni malinterpretar sus comportamientos. Veamos cuáles son algunas de esas malinterpretaciones comunes de los padres para no caer en un error.
Nunca escuchan
Cuando les hablamos a los hijos muchas veces ellos no nos miran a la cara, es ahí cuando los padres nos preguntamos -y les preguntamos- si realmente nos escuchan. Por lo general lo hacen, pero no de la forma que los adultos esperamos que lo hagan. Los niños necesitan desarrollar y afirmar su independencia, de modo que cuando los adultos les hablamos mientras están haciendo algo, ellos pueden escucharnos al mismo tiempo que realizan otras acciones.
Los padres esperamos que nuestros hijos nos confirmen que han entendido el mensaje al respondernos un "sí" o lo que queremos escuchar. Pero lo cierto es que hay otras maneras decorroborar que nuestro hijo escuchó lo que le hemos dicho, y es a través de las acciones. Tal vez le hayamos pedido que ordene su cuarto, pasan las horas del día y no vemos cambios en la habitación, pero en el momento menos pensado nuestro hijo ordena su cuarto. Es cierto, lo hizo cuando tuvo las ganas de hacerlo, pero que no lo haya hecho antes no significa que no nos haya escuchado.
Ver más: Qué hacer cuando tu hijo no te escucha

No saben comunicarse
Si realmente nos fijamos en un niño nos daremos cuenta que eso de "no saben comunicarse" es algo erróneo. Los niños son los mejores comunicadores que conozco pero, ¿los adultos sabemos entenderlos o esperamos que se comuniquen como nosotros queremos que lo hagan? Los niños saben expresar lo que quieren y lo que necesitan, pero les cuesta expresar sus sentimientos, por eso los padres debemos ayudarlos a expresar lo que tienen en su interior.
Un niño es amor, es lealtad inocente, es honesto, es cariño... y nosotros los adultos somos sus guías en este maravilloso mundo de emociones y comunicación. Si no les enseñamos a expresar sus sentimientos, si no fomentamos el clima afectivo necesario en el hogar para que nuestro hijo se abra con la familia, entonces no habrá forma de que comunique todo lo que realmente tiene para decir.
Tenemos que hacer todo por ellos
¿Esto es realmente cierto? ¿Tienes que hacer todo por ellos o quieres hacer todo por ellos porque es más rápido? Piensa bien la respuesta a esta pregunta porque es crucial para el desarrollo de tu pequeño. La forma de enseñar a los niños a hacer las cosas es muy importante para ellos, por lo que deberás enseñarle a hacer las cosas pero NUNCA deberás hacerlo por ellos.
Los padres tenemos que aprender a mantener la calma y ser tolerantes con nuestros hijos. Lo que para nosotros puede ser una urgencia, para ellos puede no serlo; lo que para nosotros es importante que se haga en el momento, para ellos tal vez no pasa nada si se hace luego. En vez de reprimirlos con palabras como "te ordeno que lo hagas ahora porque soy tu madre", es mejor explicarle "preciso que lo hagas ahora porque así tendremos tiempo para...".
No hay un manual para ser padres, pero si tenemos la capacidad de distinguir cuáles son los valores y las enseñanzas que les queremos transmitir a nuestros hijos para encargarnos de que los aprendan. De ocuparnos de eso y de no cometer errores en la crianza y educación en el hogar depende de nosotros.
Encontrado en; imujer.com
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